¿Sabes qué es el “síndrome del emperador” en niños?
Todos hemos presenciado alguna vez a un niño que rechaza toda forma de autoridad, interrumpe a los adultos o no tolera ninguna contrariedad. Todos estos pequeños podrían sufrir el llamado ‘Síndrome del emperador’ o ‘Síndrome del niño rey’.
Empecemos definiendo el concepto de ‘Síndrome del emperador’. Según la web francesa especializada en infancia Passport Santé, se trata de un “niño que no acepta que le digan que no porque no tolera la frustración”.
El niño en esta situación sufre en realidad una incapacidad para controlar su propia voluntad, que frecuentemente se manifiesta en ira, agresión o comportamiento manipulador.
Los peligros son reales. El doctor en psicología Didier Pleux, también citado por Le Point, menciona el riesgo de que el niño tome el control, a través de amenazas que pueden desembocar en violencia física o verbal.
Contrariamente a lo que se podría pensar, el niño rey no es el responsable, sino la primera víctima de su estado psicológico, el cual se explica por factores externos y no por su propio carácter.
El primer factor es una falta de autoridad por parte de padres que no se sienten legítimos para imponer reglas. El niño que percibe una debilidad en el lado de los padres tenderá a rebelarse más fácilmente. Esto se produce, en particular, cuando la autoridad parental “ha sido cuestionada por otros adultos, como los abuelos, los amigos o el otro progenitor, en caso de divorcio o separación”, indica el psicólogo Vincent Joly a Passport Santé.
Un punto esencial: saber decirle que no al niño sin temer su reacción. Como indica Traci Baxley, coach de crianza citada por Slate, los niños “necesitan límites consistentes”, y “la rebelión será aún más intensa” si no están acostumbrados a recibirlos.
Además, debemos evitar premiar cada buena acción del niño, como hacer los deberes o lavarse los dientes, para no acostumbrarlo a gratificaciones que serán inexistentes en su vida adulta.