Supersticiones Medievales que siguen vigentes
La Edad Media fue una época marcada por la superstición, lo que hacía que muchas personas interpretasen sucesos como la peste negra como un acto divino. Por lo tanto, ciertas imágenes o acontecimientos podían ser señales de que algo bueno o malo estaba por venir. Sin embargo, aunque esto parezca cosa del pasado, muchas de las supersticiones que se tenían entonces siguen vigentes.
Una advertencia celestial
La aparición del cometa Halley sobre los cielos de Inglaterra en 1066 se interpretó como un mal augurio. Ese mismo año, Haroldo II moría en la batalla de Hastings y Guillermo el Conquistador se hacía con el trono. El cometa aparece representado en el tapiz de Bayeux.
El temor al número 13
La creencia de que el número 13 está maldito o es un símbolo de mal agüero proviene de un razonamiento religioso. Los participantes de la última cena fueron trece, de ahí que el número pasase a tener mala fama.
Primero en irse, primero en morir
Además, esto llevó a la gente a creer que si se celebraba una fiesta con trece invitados, el que primero se levantase moriría ese mismo año. Esta superstición se basaba en el hecho de que Judas fue el primero en abandonar la mesa durante la última cena para traicionar a Jesús.
Romper un espejo trae mala suerte
La superstición en torno a los espejos rotos empezó con los romanos, pero se extendió durante la Edad Media. Cualquiera que rompiese un espejo sufriría siete años de mala suerte.
Peste negra
La peste negra del siglo XIV, una de las pandemias más letales de la historia, fue vista por muchas personas como una expresión de la voluntad de Dios y un augurio del día del juicio final.
El aullido del perro
Si un perro aúlla en casa, significa que uno de sus inquilinos va a enfermar o a morir.
Cruzarse con un cura
Cruzarse con un cura o un monje en el camino es sinónimo de peligro e infortunio.
Tirar sal
Tirar sal equivale a maldecir la tierra, ya que este mineral puede hacer que el terreno se vuelva árido durante mucho tiempo.
Un sapo en el camino
Por el contrario, ¡encontrarse un sapo significa que van a ocurrir cosas buenas!
El cacareo del gallo
Al igual que con el cuco, oír a un gallo cacarear cinco veces significa que tan solo te quedan cinco años de vida.