¿Por qué la tostada casi siempre cae del lado de la comida?
¿Te ha pasado que se te cae la tostada y, para colmo, justo del lado untado? Tranquilo, no es mala suerte ni castigo divino. La explicación es mucho más simple: es física.
Cuando una tostada cae desde la mesa, que normalmente mide entre 70 y 90 cm, no lo hace de forma plana. Al soltarse, gira un poco en el aire. Ese giro, causado por el movimiento al caer, alcanza solo media vuelta antes de llegar al suelo. Por eso, si la mermelada estaba arriba, terminará abajo.

Mucha gente cree que es porque el lado con mantequilla pesa más, pero eso no es cierto. El peso extra es mínimo y no afecta mucho. El verdadero motivo es que la altura de la mesa no le da tiempo a girar más. Si cayera desde más alto, tal vez terminaría del lado seco.
Y hay algo más: nuestro cerebro tiene un sesgo de confirmación. Es decir, recordamos más cuando pasa algo negativo. Si la tostada cae del lado seco, ni lo piensas. Pero si cae del lado untado, ¡parece una tragedia! Eso hace que sintamos que pasa “siempre”, aunque no sea así.
De hecho, estudios dicen que la tostada cae del lado untado en un 62% a 75% de las veces, dependiendo de cómo se cae y desde qué altura.
Así que no es magia ni mala vibra. Es solo ciencia… y un poco de drama mental.
