Cultura de paz UACM: Protocolos y apoyos para una comunidad incluyente
En una ciudad tan grande y diversa como la Ciudad de México, la educación superior es una meta para miles de jóvenes y adultos. Una de las instituciones que ha marcado una diferencia desde su fundación es la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), que está próxima a cumplir 25 años de historia. Desde su creación el 26 de abril de 2001, su misión ha sido clara: llevar la educación a sectores que históricamente han tenido menos oportunidades.

Más allá de ofrecer licenciaturas, la UACM ha construido su identidad sobre la base de una cultura de paz. Esto no es solo una idea, sino un conjunto de acciones, herramientas y espacios que se viven en todos sus planteles. Los valores de equidad, democracia, inclusión y respeto son el motor que impulsa a esta casa de estudios, que defiende la educación pública como un derecho fundamental para todas las personas.
¿Cómo se construye una cultura de paz en la universidad?
Para que la convivencia sea sana y respetuosa, la UACM ha desarrollado herramientas concretas. Una de las más importantes es el Protocolo para atender y erradicar la discriminación, la violencia contra las mujeres, el acoso y el hostigamiento sexual. Este mecanismo busca proteger a la comunidad y asegurar que todas las personas se sientan seguras.

Además, existe un Catálogo de Normas de Convivencia, un documento que funciona como una guía para garantizar la tolerancia, la inclusión y la resolución de conflictos sin violencia. El objetivo es que el diálogo y el respeto mutuo sean la base de todas las interacciones dentro de la universidad, formando no solo profesionales, sino también ciudadanos comprometidos con la paz.
Apoyo real para estudiantes con discapacidad
La inclusión en la UACM se traduce en programas específicos que eliminan barreras. Un ejemplo claro es el programa Letras Habladas, que opera en el plantel San Lorenzo Tezonco. Este proyecto está diseñado para apoyar a estudiantes ciegos o con debilidad visual, convirtiendo los textos académicos y libros a formato Braille o en archivos de audio. De esta manera, se asegura que puedan acceder a todos los materiales necesarios para concluir su licenciatura.

A la par, funciona el programa Letras Señadas, enfocado en la comunidad de estudiantes sordos. A través de este, se brinda acompañamiento con intérpretes de Lengua de Señas Mexicana durante las clases, lo que permite a las y los alumnos participar activamente, resolver dudas y formar parte de todas las actividades universitarias en igualdad de condiciones.
Respeto a la identidad: Un paso adelante para la comunidad trans
En un acto de reconocimiento y respeto a la diversidad, la UACM se convirtió en la primera universidad de México en emitir documentos oficiales como títulos, certificados e historiales académicos con el nombre autopercibido de sus estudiantes transgénero, transexuales, intersexuales y no binaries. Esta acción, que puede parecer un trámite administrativo, tiene un profundo significado: valida y respeta la identidad de género de cada persona, creando un ambiente donde todos los miembros de la comunidad se sienten reconocidos y valorados.

Educación que cruza barreras: Estudiar desde un centro de reinserción
Otro de los proyectos más destacados de la UACM es el Programa de Educación Superior para Centros de Reinserción Social (PESCER). Esta iniciativa lleva la educación universitaria directamente a la población privada de la libertad en la Ciudad de México. El programa demuestra que el conocimiento es una herramienta poderosa para la reconstrucción de vidas y para brindar nuevas oportunidades.
Hasta la fecha, más de cien estudiantes han obtenido su título universitario dentro de los centros penitenciarios. Además, el programa cuenta con egresados que, al concluir sus sentencias, continúan sus estudios en libertad. Esta labor confirma el compromiso de la universidad con la reinserción social y la creencia en que la educación puede transformar futuros.

En resumen, la UACM ha creado una red de apoyo que va más allá de lo académico, buscando formar una comunidad donde el diálogo, el respeto y el apoyo mutuo sean la base para construir una sociedad más justa y pacífica para todos.






