“Salí Porque Salí”: La historia de cómo Cheo Feliciano convirtió su lucha personal en una salsa para sanar y volver a bailar
Hay despedidas que duelen, que se lloran y que dejan un vacío. Pero hay otras que liberan, que sanan y que, en lugar de lágrimas, se celebran con un buen baile. De eso sabía mucho el gran Cheo Feliciano, “el Sentimiento de un Pueblo”, quien en 1980 nos regaló una joya musical que es mucho más que una canción de desamor: “Salí Porque Salí”.
Este tema, incluido en su álbum Sentimiento, Tú…, es un verdadero himno para todas aquellas personas que han tenido que tocar fondo para volver a levantarse. Es la historia de un adiós dicho con gratitud, con la frente en alto y con la sabrosura que solo la salsa puede ofrecer. Una canción que nos recuerda que, a veces, la mejor decisión es simplemente salir de aquello que nos hace daño.
El regreso del gigante: un disco hecho con el corazón
Para entender la fuerza de “Salí Porque Salí”, hay que conocer el momento que vivía Cheo Feliciano. El álbum Sentimiento, Tú… fue su gran regreso a la escena musical tras un periodo de retiro para luchar contra sus adicciones. Producido por él mismo en Puerto Rico, este disco fue su manera de reconciliarse con su gente y consigo mismo.
Cheo se rodeó de los mejores para este proyecto. Las letras corrieron a cargo del legendario compositor Tite Curet Alonso, un maestro en contar las historias del barrio y de la gente común. La orquesta fue un verdadero trabuco de estrellas, con músicos de la talla de Papo Lucca en el piano y Roberto Roena en la percusión. El resultado fue un álbum honesto, que le hablaba directamente al pueblo, con temas sobre el albañil, sobre el dolor de enterrar a un ser querido sin dinero, y sobre la resiliencia del ser humano.
“Salí Porque Salí”: un adiós que es una declaración de libertad
A simple oído, la canción parece narrar la ruptura de una pareja. Sin embargo, la forma en que Cheo la interpreta, sin lamentos ni súplicas, revela un significado mucho más profundo. No hay reclamos, no hay tragedia; lo que hay es una inmensa paz. Esa es la paz que solo se encuentra después de haber tocado fondo y haber decidido salir adelante.
Cheo venía de una dura batalla personal, y esta canción es el reflejo de su propia liberación. Es un adiós a una vida de excesos, a una relación tóxica o a cualquier situación que nos impide crecer. La letra es una declaración de principios: “Otra vez, sin decir nada de mí, te vas y yo me quedo tranquilo”. Esa tranquilidad es la de quien sabe que ha tomado la decisión correcta, aunque haya sido dolorosa. Es el himno de quien agradece lo vivido, pero elige seguir adelante para sanar y fortalecerse.
Un mensaje de esperanza que llegó hasta el cine
El poder de esta canción no se quedó solo en las radios y las pistas de baile. Su mensaje de liberación fue tan claro que el aclamado director de cine español, Pedro Almodóvar, la utilizó en 1983 en su película Entre tinieblas. Almodóvar entendió que “Salí Porque Salí” no era solo una canción, sino un estado de ánimo, un grito de libertad perfecto para sus personajes.
Cheo Feliciano nos dejó un legado de canciones que son como un bálsamo para el alma. En una entrevista, el propio cantante compartió una reflexión que resume el espíritu de este tema: “Dios no hace porquerías. Dios nos hace preparados, equipados con todo lo necesario para triunfar en la vida”. Y “Salí Porque Salí” es precisamente eso: la banda sonora de nuestro propio triunfo sobre la adversidad.
El final de la canción, con el espectacular solo de trompeta de Juancito Torres, no es un cierre melancólico, sino una fanfarria de victoria. Es la música que nos invita a dejar atrás lo que nos pesa y a celebrar un nuevo comienzo, bailando y con la certeza de que lo mejor está por venir.
