Nuestro Sol, esa estrella amarilla que nos da luz y calor desde hace miles de millones de años, es la razón de que exista vida en la Tierra. Pero, ¿qué pasaría si en un escenario hipotético se transformara en una estrella azul? Aunque es científicamente imposible, esta idea nos ayuda a dimensionar lo frágiles que son las condiciones que permiten nuestra existencia.

Un calor insoportable
El color de una estrella está ligado a su temperatura. Mientras nuestro Sol alcanza 6,000 °C en su superficie, una estrella azul puede superar los 40,000 °C. Si nuestro Sol se volviera azul:
- La energía recibida por la Tierra sería inmensa.
- Los océanos hervirían y se evaporarían.
- La superficie terrestre se volvería un desierto rocoso estéril.
- Toda forma de vida desaparecería.
Radiación letal y un cielo distinto
Una estrella azul emite muchísima radiación ultravioleta (UV):
- La capa de ozono sería destruida.
- La radiación dañaría el ADN de cualquier ser vivo.
- El cielo podría lucir violeta o azul profundo, por el cambio en la luz dispersada.
- Las plantas tendrían que mutar para sobrevivir, alterando su coloración para hacer fotosíntesis.

Un sistema solar alterado
Las estrellas azules son más masivas que el Sol, con al menos 3 veces su masa:
- La gravedad aumentaría, modificando las órbitas planetarias.
- Mercurio y Venus serían absorbidos.
- La Tierra y Marte perderían su atmósfera.
- Incluso los gigantes gaseosos y sus lunas se transformarían drásticamente.
Una vida muy corta
Nuestro Sol vivirá unos 10 mil millones de años. En cambio, una estrella azul consume su combustible en apenas millones de años. Su final sería una supernova, una explosión colosal que arrasaría con cualquier planeta cercano, incluida la Tierra.
