Pastorelas Navideñas: La Divertida Tradición que Mezcla Fe, Humor y Sabor a México
Llega diciembre y con él las posadas, el ponche caliente y una de las tradiciones más ruidosas, divertidas y queridas de la temporada: las pastorelas. Ya sea en la escuela de los niños, en la kermés de la iglesia o en un teatro, todos hemos reído a carcajadas con las ocurrencias de los diablos y hemos celebrado el triunfo de los pastores.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene esta costumbre tan nuestra y qué significa realmente? La historia de la pastorela es un fascinante reflejo de la historia de México, una mezcla de fe, teatro y mucha, pero mucha, picaresca.
Un Origen para Enseñar la Fe: Así Nacieron las Pastorelas
La tradición de las pastorelas llegó a México en el siglo XVI, poco después de la Conquista, de la mano de los frailes franciscanos. Su principal misión era evangelizar a los pueblos indígenas, pero se enfrentaban a una barrera enorme: el idioma.
Inspirados en los “autos sacramentales” (obras de teatro religiosas de España), los frailes tuvieron una idea genial: usar el teatro para contar las historias de la Biblia de una manera visual y sencilla. La primera pastorela de la que se tiene registro en México fue escenificada en 1530 por Fray Andrés de Olmos, y se tituló “La Adoración de los Reyes Magos”. Estas primeras obras eran solemnes y se realizaban dentro de las iglesias.
La Trama que Todos Conocemos: La Lucha del Bien Contra el Mal
El argumento de la pastorela es sencillo pero poderoso. Narra el viaje de un grupo de pastores que, tras recibir el anuncio del Arcángel San Miguel sobre el nacimiento del niño Jesús, emprenden un peregrinaje para adorarlo en Belén.
Sin embargo, su camino no es fácil. En su trayecto, Lucifer y su ejército de diablos intentan detenerlos a toda costa, poniéndoles toda clase de tentaciones y trampas: pereza, avaricia, gula y hasta pleitos entre ellos. La historia culmina con la inevitable batalla entre el bien (el Arcángel) y el mal (el Diablo), donde, por supuesto, el bien siempre triunfa, permitiendo a los pastores llegar a su destino.
El Toque Mexicano: Cuando el Diablo se Volvió Chistoso
Con el tiempo, la pastorela salió de las iglesias y llegó a las plazas y a los barrios. Fue ahí donde el pueblo se apropió de la tradición y le inyectó el ingrediente que la hace única: el humor.
Los personajes del diablo y los pastores se convirtieron en un reflejo cómico de la sociedad. Los diablos dejaron de ser solo figuras aterradoras para convertirse en personajes astutos, chistosos y hasta torpes, que aprovechan para hacer chistes sobre política, criticar a la comadre o usar el doble sentido. Los pastores, por su parte, representan la ingenuidad y la bondad del pueblo. Esta mezcla de lo sagrado con la comedia popular es lo que hace a la pastorela mexicana tan especial.
El Significado de los Personajes Principales
- Los Pastores: Representan a la humanidad, a la gente humilde y de buen corazón que, a pesar de sus debilidades, busca el camino del bien.
- El Diablo (Lucifer): Es la encarnación de la tentación y el pecado. En México, suele ser el personaje más aplaudido por su ingenio y sus bromas.
- El Arcángel San Miguel: Simboliza el bien, la protección divina y la fuerza que nos ayuda a vencer las tentaciones.
- Los Ermitaños: Son personajes sabios que a veces ayudan a los pastores, aunque en algunas versiones también pueden ser tentados por el diablo.
- La Estrella de Belén: Es la guía, la luz de la fe que ilumina el camino de los pastores y nunca los abandona.
Hoy en día, la pastorela es más que una obra de teatro; es un pretexto para la convivencia, una celebración comunitaria que termina con ponche, tamales y la alegría de estar juntos. Es la prueba de que en México, hasta la lucha más seria entre el bien y el mal, se puede contar con una buena carcajada.
