Ismael Miranda: “Salí vivo de Manhattan a los 25 años”
Ismael Miranda, conocido en el mundo de la música como “El Niño Bonito de la Salsa”, compartió en una entrevista detalles sobre sus primeros años de vida en un barrio de Manhattan, Nueva York, al que describió como un lugar “bastante caliente”. El legendario cantante y compositor puertorriqueño recordó cómo ese entorno no solo lo formó como persona, sino que también fue la cuna donde nació su pasión por la música.

El artista relató que, a pesar de las dificultades del barrio, fue allí donde encontró su vocación. La calle y el ambiente se convirtieron en su primera escuela musical, un lugar donde la salsa y los ritmos latinos eran el pan de cada día.
Un barrio “caliente” que fue su escuela musical
“Yo me crié en Manhattan, en un lugar que era bastante caliente”, confesó Miranda durante la conversación. Explicó que muchos de los músicos con los que más tarde compartiría escenario también crecieron en ese mismo entorno. Fue en esas calles donde, desde muy joven, se forjó su identidad artística. “Ahí aprendí a tocar, a cantar, a sonear, porque ahí nos criamos todos”, afirmó.

A pesar de los peligros que implicaba vivir en esa zona, el salsero recuerda esos años con cariño, ya que fueron fundamentales para su desarrollo. “Fueron unos años bien bonitos porque fueron los años de mi juventud y los años donde en realidad yo estuve más cerca de la música”, comentó. Con un toque de humor y alivio, añadió que logró salir de ese ambiente a los 24 o 25 años, y lo más importante: “salí vivo”.
Su llegada a la Fania con solo 18 años
La carrera de Ismael Miranda despegó a una edad muy temprana. Su talento no pasó desapercibido y, con apenas 18 años, recibió la oportunidad que cambiaría su vida para siempre: unirse a la legendaria orquesta de Larry Harlow, una de las agrupaciones más importantes del sello Fania Records. “Yo entré a la Fania con la edad de 18 años”, recordó el cantante.

Su ingreso a la compañía fue el inicio de una trayectoria llena de éxitos. “Estuve prácticamente toda mi vida en la compañía Fania”, señaló. Su juventud y carisma le ganaron rápidamente el apodo de “El Niño Bonito de la Salsa”. A los 23 años, ya era una figura consolidada y pasó a formar parte del proyecto más ambicioso del sello: la Fania All-Stars, la agrupación que reunió a los más grandes exponentes del género y que llevó la salsa a todos los rincones del mundo.
El bolero, su otra gran pasión
Aunque su nombre es sinónimo de salsa, Ismael Miranda también ha cultivado una profunda pasión por otro género musical: el bolero. “A mí siempre me ha gustado desde chiquito el bolero”, confesó. A lo largo de su carrera, ha dedicado parte de su producción discográfica a este género romántico, llegando a grabar tres álbumes de boleros.

En la entrevista, mencionó una colaboración especial con otro grande de la música, Andy Montañez. “Acabo de hacer un disco de boleros con Andy Montañez, con tríos”, detalló, mostrando su versatilidad y su respeto por las raíces de la música latina. Esta faceta demuestra que, más allá del ritmo y el baile, el corazón de Ismael Miranda también late al compás de las historias de amor y desamor del bolero.






