Sonido Bestial: La historia de traición y revancha detrás del himno de Ricardo Ray y Bobby Cruz
Hay canciones que son más que música; son el resumen de una vida, un grito de guerra y la banda sonora de toda una generación. “Sonido Bestial” de Ricardo Ray y Bobby Cruz es una de ellas. Este tema, que fusiona la elegancia de la música clásica con la fuerza de la salsa de la calle, no solo definió un género, sino que nació de la traición, una amenaza de muerte y la necesidad de demostrarle al mundo que aún no estaban acabados.
Dos amigos de Brooklyn que conquistaron la salsa
La historia comienza en Brooklyn, Nueva York. Ricardo “Richie” Ray y Roberto “Bobby” Cruz, ambos hijos de padres puertorriqueños, se conocieron desde niños y juntos construyeron una de las duplas más poderosas en la historia de la música latina. Desde sus inicios, grabaron para sellos importantes como Fonseca, Tico y Alegre, dejando claro que su talento era innegable.

Sin embargo, sus primeros pasos estuvieron marcados por obstáculos. Un mal contrato impidió que Bobby Cruz pudiera usar su nombre en los créditos, por lo que los primeros discos salieron firmados únicamente como “Ricardo Ray”. Curiosamente, este nombre artístico también nació de un error. Richie y su hermano, el trompetista Ray Maldonado, mandaron a hacer unas tarjetas de presentación que debían decir “Ricardo y Ray”, pero la imprenta se equivocó y las entregó como “Ricardo Ray”. El nombre pegó y así se quedaron.
La amenaza que los obligó a huir
A finales de los años 60, en la cima de su popularidad, el dúo se enfrentó al lado oscuro de la industria musical. En una Nueva York llena de intereses turbios, recibieron una amenaza de muerte. Golpeados y temerosos, tomaron una decisión drástica: abandonar la ciudad que los vio nacer como artistas y refugiarse en Puerto Rico, la tierra de sus padres.

El golpe fue aún más duro cuando muchos de los que se decían sus amigos en Nueva York les dieron la espalda, dándolos por acabados. La dupla dorada de la salsa parecía haber llegado a su fin.
La llamada que lo cambió todo y el nacimiento de un himno
Cuando todo parecía perdido, apareció una figura clave: Jerry Masucci, el legendario dueño de Fania Records. Masucci los llamó a Puerto Rico y les dio la noticia que necesitaban escuchar: “Tranquilos, ustedes no le deben nada a nadie, yo ya arreglé eso. Graben una producción y tápenle la boca a todo el mundo”.
Con esa nueva oportunidad, Bobby Cruz canalizó toda la frustración y el coraje en una letra que se convertiría en un himno de revancha. Escribió una respuesta directa para todos los que se burlaron de ellos y los dieron por muertos artísticamente: “Tú que decías, que ya no servía. Oye, tú que decías, que ya no salía”.
Así nació “Sonido Bestial”, la canción principal del álbum “El Bestial Sonido de Ricardo Ray y Bobby Cruz”, lanzado en 1971 bajo el sello Vaya, una subsidiaria de Fania.
El ADN de la salsa en una sola canción
“Sonido Bestial” es una obra maestra que resume la esencia de la salsa. La canción arranca como una sinfonía, con arreglos de piano que demuestran la formación clásica de Richie Ray, para luego transformarse en una explosión de salsa dura y terminar en una descarga monumental.
En este tema convergen el jazz, la música clásica, el guaguancó, el blues y el alma de una generación de jóvenes latinos en Estados Unidos que buscaban su propia identidad. El álbum completo es una joya que también incluye temas como “Guaguancó Triste”, escrito por un joven Rubén Blades, y una versión del clásico de James Taylor, “Fire and Rain”.
La historia de “Sonido Bestial” es la prueba de que, a veces, de los momentos más difíciles nacen las obras más grandes. Es el sonido de la resiliencia, un himno que, más de 50 años después, sigue retumbando en los bailes y en el corazón de todos los salseros.






