Fruko y sus Tesos: La historia de la orquesta que se convirtió en leyenda
Fruko y sus Tesos, la legendaria orquesta colombiana, ha marcado a generaciones con un sonido que se volvió parte esencial de la música latina. Fundada en 1970 en Medellín por Julio Ernesto Estrada Rincón, “Fruko”, la agrupación fue pionera de la salsa en Colombia, además de convertirse en un semillero de estrellas y en la banda sonora de fiestas en toda América Latina, especialmente en México.

La historia de la orquesta está ligada a la visión de su fundador. Fruko, quien había sido parte de Los Corraleros de Majagual, viajó a Nueva York a finales de los 60, donde quedó impactado por el auge de la salsa con figuras como Richie Ray y Willie Colón. Inspirado, regresó a Colombia y creó una orquesta con energía propia. Así nació Fruko y sus Tesos, un nombre que mezcla el apodo de su líder con la palabra “teso” (experto o duro).
Las voces que definieron una era
El éxito de Fruko y sus Tesos no se entiende sin las voces legendarias que dieron vida a sus temas. La agrupación fue una escuela de talento, por donde pasaron algunos de los cantantes más importantes de la música tropical.
- Edulfamid “Piper Pimienta” Díaz: inmortalizó “A la memoria del muerto”, uno de los primeros grandes éxitos de la orquesta.
- Álvaro José Arroyo, “Joe Arroyo”: llegó con 17 años y marcó un antes y un después. Grabó clásicos como “El Ausente”, “Tania” y “El Caminante”, consolidándose como una de las figuras más grandes de la salsa.
- Wilson “Saoko” Manyoma: dio voz a “El Preso”, uno de los temas más icónicos de la salsa a nivel mundial, recordado por su fuerza y sentimiento.
La combinación de Piper Pimienta, Joe Arroyo y Saoko le dio a Fruko y sus Tesos una versatilidad única, convirtiéndola en una de las orquestas más influyentes de la salsa.

El sonido que conquistó México y el mundo sonidero
Aunque Fruko y sus Tesos es una orquesta de salsa, su influencia en México está profundamente ligada a la cumbia y al movimiento sonidero. Desde sus inicios, la agrupación exploró diversos ritmos, y sus cumbias, como “Como cumbiambero que soy”, encontraron un lugar especial en el gusto del público mexicano.
Los sonideros de la Ciudad de México y sus alrededores fueron clave para la popularización de la música de Fruko en el país. En los bailes populares de Tepito y Nezahualcóyotl, los temas de la orquesta se volvieron indispensables. Los sonideros no solo programaban sus canciones, sino que también enviaban saludos a los barrios y a la gente que bailaba al ritmo de Fruko, creando un vínculo emocional que perdura hasta hoy.

El sonido de Fruko y sus Tesos, con su poderosa sección de vientos y una percusión contundente, era perfecto para los grandes equipos de audio de los sonideros. Canciones como “El Preso” o “El Ausente” se convirtieron en himnos de la cultura sonidera, y su música sigue siendo un referente de la cumbia y la salsa en México.
El legado de Fruko y sus Tesos va más allá de sus grabaciones. La orquesta fue la primera agrupación colombiana en presentarse en el Madison Square Garden de Nueva York, abriendo las puertas a otros artistas latinos. Además, Julio Ernesto Estrada creó proyectos como The Latin Brothers y Afrosound, consolidando la influencia de la música colombiana en el mundo.
A más de 50 años de su fundación, la música de Fruko y sus Tesos sigue vigente, demostrando que los clásicos nunca pasan de moda.