Día Mundial del SIDA: ¿Sabes cuál es la diferencia con el VIH y cómo apoyar a quien vive con él?
Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA. Esta fecha es una oportunidad para apoyar a quienes viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), recordar a las personas que han fallecido por enfermedades relacionadas con el SIDA y, sobre todo, para combatir los prejuicios a través de la información. Uno de los puntos más importantes para eliminar el estigma es entender que VIH y SIDA no significan lo mismo.

Conocer los datos correctos nos ayuda a ser más empáticos, a cuidarnos y a tratar con respeto y normalidad a las personas que nos rodean. La información es la herramienta más poderosa para derribar el miedo y la discriminación que, por años, han afectado la vida de millones.
VIH y SIDA: La diferencia que todos debemos conocer
Para empezar a hablar del tema sin prejuicios, es fundamental entender dos conceptos básicos. El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un virus que ataca el sistema inmunitario del cuerpo. Si no se trata, puede destruir tantas células de defensa que el organismo pierde su capacidad para combatir infecciones y enfermedades.

Por otro lado, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es la etapa más avanzada de la infección por VIH. Una persona es diagnosticada con SIDA cuando el virus ha dañado gravemente su sistema inmunitario o cuando desarrolla ciertas infecciones oportunistas. Es importante recalcar que no todas las personas con VIH desarrollan SIDA. Con el tratamiento médico adecuado, muchas personas que viven con VIH pueden mantener el virus bajo control y tener una vida larga y saludable.
¿Cómo se transmite el VIH? Mitos y realidades
La desinformación ha generado muchos mitos sobre las formas de transmisión del VIH. Es crucial saber que el virus no se contagia por contacto cotidiano. Las únicas vías de transmisión comprobadas son a través de fluidos corporales específicos:
- Relaciones sexuales: A través del contacto sexual (vaginal, anal u oral) sin protección con una persona que vive con el VIH.
- Sangre: Por compartir agujas, jeringas u otros elementos punzocortantes contaminados, o mediante transfusiones de sangre que no han sido analizadas.
- De madre a hijo: Durante el embarazo, el parto o la lactancia. Con el tratamiento adecuado, el riesgo de transmisión en estos casos se puede reducir a menos del 1%.

El VIH NO se transmite por abrazar, besar, dar la mano, compartir alimentos o bebidas, usar el mismo baño, toser, estornudar ni por picaduras de mosquitos.
Cómo apoyar y tratar a una persona que vive con VIH
Saber cómo actuar si un amigo, familiar o compañero de trabajo te comparte que vive con VIH es clave para eliminar el estigma. La base de todo es el respeto y la empatía.

- Escucha sin juzgar: Si alguien decide contarte su diagnóstico, es una muestra de gran confianza. Escúchale con atención y sin interrumpir. No hagas preguntas invasivas sobre cómo se infectó; deja que comparta solo lo que se sienta cómodo compartiendo.
- Usa un lenguaje respetuoso: Se dice “persona que vive con VIH”, no “portador” o “sidoso”. El lenguaje importa y ayuda a no etiquetar a las personas por su condición de salud.
- Mantén la confidencialidad: El estado serológico de una persona es información médica privada. Nunca compartas esta información con nadie sin su permiso explícito. Revelarlo sin su consentimiento es una violación de su privacidad.
- Trátale con normalidad: El diagnóstico no cambia quién es esa persona. Sigue compartiendo actividades, abrazándola y tratándola como siempre lo has hecho. El aislamiento social es uno de los mayores daños que causa la desinformación.
- Infórmate y educa a otros: Una de las mejores formas de apoyar es aprendiendo sobre el VIH de fuentes confiables. Si escuchas un comentario ignorante o un chiste de mal gusto, puedes intervenir de manera respetuosa para corregir la desinformación.
- Ofrece tu apoyo práctico: Pregúntale cómo puedes ayudar. A veces, un simple “¿cómo estás?” o “¿necesitas algo?” es suficiente. En otras ocasiones, puedes ofrecerte a acompañarle a una cita médica si la persona lo desea.
Recordemos que gracias a los avances en los tratamientos antirretrovirales, las personas con VIH pueden llevar una vida plena y saludable, con una esperanza de vida similar a la de quienes no tienen el virus.






