Cheo Feliciano y “Estampas”: El disco con el que tomó las riendas de su destino y se consagró en la salsa
En 1979, José “Cheo” Feliciano tomó una decisión que definiría el rumbo de su carrera musical. El cantante puertorriqueño decidió producir su propio álbum, un proyecto que no solo marcaría su historia personal, sino que se convertiría en una pieza fundamental en la historia de la salsa. El resultado fue “Estampas”, una obra conceptual que captura la esencia de la vida y la cultura de Puerto Rico.
El regreso a las raíces para crear una obra maestra
Para la creación de “Estampas”, Cheo Feliciano sintió la necesidad de volver a su tierra natal, Puerto Rico. Este regreso a sus orígenes fue fundamental para concebir un álbum que reflejara de manera auténtica la cotidianidad, las luchas y las alegrías del pueblo puertorriqueño. La intención era tejer una narrativa musical donde cada canción fuera una pieza de un rompecabezas más grande, contando una historia cohesiva y profunda.
El disco se destaca por su carácter conceptual, donde cada tema parece haber sido seleccionado cuidadosamente para construir un relato. Esta producción se convirtió en una declaración de independencia artística para Feliciano, permitiéndole tener el control total sobre su visión creativa y el mensaje que deseaba transmitir.
Tite Curet Alonso: El genio detrás de las letras
Una figura clave en el éxito y la profundidad de “Estampas” fue el compositor Catalino “Tite” Curet Alonso. Dos de sus composiciones abren el álbum y establecen el tono de la obra: “Los Entierros” y “Estampa Marina”. Estas canciones catapultaron la carrera de Cheo Feliciano a un nuevo nivel, mostrando su capacidad para interpretar historias complejas y emotivas.
“Estampa Marina” es particularmente notable por su desgarradora narrativa. La canción cuenta la historia de un pescador que se adentra en el mar para buscar el sustento de su familia y nunca regresa. La introducción del tema, narrada por el propio Tite Curet Alonso, sumerge al oyente en la atmósfera playera y la esperanza mezclada con la incertidumbre de quienes ven partir a sus seres queridos hacia el mar.
Una orquesta de lujo para un disco legendario
El sonido distintivo de “Estampas” no habría sido posible sin el talento de los músicos que participaron en el proyecto. La orquesta fue dirigida por Papo Lucca, reconocido pianista y director de La Sonora Ponceña. Los arreglos musicales estuvieron a cargo de figuras de renombre como Luis Ramírez, Dewell “Dewey” Wilson Torres, Marty Sheller y Luis Cruz.
La combinación de estos talentos añadió una profundidad, elegancia y un peso conceptual únicos al álbum. La producción musical logró un equilibrio entre temas sociopolíticos y costumbristas, como “Lamento Guajiro” y “Así Soy”, y melodías románticas y sociales como “Tiempo Muerto”, “Cualquier Cosa” y “Con Mis Memorias”. Esta fusión de estilos y temáticas consolidó a “Estampas” como un disco que trasciende géneros y épocas.
El arte que refleja la identidad puertorriqueña
El impacto visual del álbum es tan poderoso como su música. La portada, una obra de arte en sí misma, fue creada por Juan Álvarez O’Neill. El diseño captura a la perfección el concepto del disco, presentando viñetas y “estampas” de la vida cotidiana en Puerto Rico. Para muchos, la portada es un reflejo fiel de la identidad y el sentir del pueblo, elementos que son transversales a toda América Latina.
“Estampas” es más que un álbum de salsa; es un relato que conecta con las realidades de muchos pueblos del Caribe y Latinoamérica. Cheo Feliciano, a través de los arreglos, las letras y las historias, logró crear una obra que se siente universal. El disco representa el control total de un artista sobre su obra, un homenaje a sus raíces y una declaración de independencia que resonó en todo el continente.






