La Historia Oculta de un Éxito: La Canción del Binomio de Oro que Roberto Roena Convirtió en Salsa
La música latina está llena de conexiones inesperadas, de canciones que viajan miles de kilómetros para transformarse y conquistar nuevos públicos. Una de estas fascinantes historias une a dos gigantes de la música tropical: el legendario grupo de vallenato, El Binomio de Oro, y el icónico músico y director de orquesta de salsa, Roberto Roena. Ambos artistas, sin planearlo, compartieron una misma melodía que primero hizo bailar a Colombia y luego puso a gozar al mundo entero desde Puerto Rico.
La conexión se centra en una canción que nació en el Caribe colombiano y, años después, renació con nuevos arreglos en el corazón del movimiento salsero. Este es el relato de cómo un tema vallenato capturó la atención de un genio de la salsa y dio vida a dos versiones de un clásico bailable.
El Origen: El Binomio de Oro y su Éxito “Cantando”
En el año 1978, El Binomio de Oro, liderado por las inconfundibles voces de Rafael Orozco e Israel Romero, lanzó el álbum titulado “Enamorado como Siempre”. Esta producción se consolidó como una pieza fundamental en la discografía del vallenato, presentando canciones que se quedaron en la memoria colectiva. Dentro de este disco se encontraba el tema “Cantando”, una composición de Lenin Alfonso Bueno.

La canción destacaba por su cadencia y alegría, una invitación directa a la fiesta y al baile. El sonido característico del Binomio de Oro, con el acordeón de Israel Romero y la voz de Rafael Orozco, se complementaba con una base rítmica sólida, donde el bajo de Rangel “El Geuas” Torres marcaba un tumbao particular que hacía casi imposible quedarse quieto. El álbum “Enamorado como Siempre” también incluía composiciones de figuras como Fernando Meneses y Rafael Escalona, reafirmando su calidad y relevancia en la música colombiana.
Un Viaje a Colombia: El Descubrimiento de Roberto Roena
La historia da un giro cuando el músico puertorriqueño Roberto Roena, una de las figuras más importantes de la Fania All-Stars y líder de la orquesta Apollo Sound, visitó Barranquilla, Colombia. Durante su estancia, en una de las tradicionales casetas (fiestas populares al aire libre), Roena escuchó la canción “Cantando” del Binomio de Oro. Según se cuenta, quedó inmediatamente atraído por su ritmo y su melodía contagiosa.
Roena, conocido por su oído innovador y su habilidad para fusionar ritmos, vio el potencial de esa pieza vallenata para ser adaptada al formato de su orquesta de salsa. La estructura de la canción y su espíritu festivo encajaban perfectamente con el estilo del Apollo Sound. Fue así como decidió llevarse esa melodía a Puerto Rico para trabajar en una nueva versión que mantuviera la esencia original, pero con el poder de los metales y la percusión de la salsa.
La Transformación: Nace “Sabroso” con el Apollo Sound
Cuatro años después del lanzamiento original, en 1982, Roberto Roena y su Apollo Sound presentaron el álbum “Super Apollo 47:50”. En esta producción, la canción “Cantando” fue transformada y rebautizada como “Sabroso”. La adaptación contó con la voz del sonero Adalberto Santiago, quien le imprimió su estilo único y potente.
La versión de Roena respetó la letra original que celebra la alegría de vivir a través del canto, pero la vistió con un arreglo de salsa dura. El bajo, interpretado por el maestro Salvador Cuevas, creó una línea rítmica memorable que se convirtió en un sello distintivo del tema. La canción “Sabroso” se convirtió rápidamente en un éxito en las pistas de baile de toda América Latina y Estados Unidos.
El título del álbum, “Super Apollo 47:50”, tiene su propia anécdota: el nombre proviene de la suma de la duración total de las canciones del Lado A y el Lado B del disco de vinilo, que juntas totalizan 47 minutos y 50 segundos.
Dos Versiones, un Mismo Espíritu Bailable
Aunque ambas versiones parten de la misma composición de Lenin Alfonso Bueno, cada una posee una identidad propia que refleja la riqueza de su género. La versión del Binomio de Oro es un vallenato parrandero, con el sentimiento y el sonido tradicional de la costa colombiana. Por otro lado, la versión de Roberto Roena es una explosión de salsa brava, diseñada para el bailador y la gran orquesta.

Lo que ambas comparten es la capacidad de transmitir alegría y celebrar la vida a través de la música. Esta historia es un claro ejemplo de cómo las fronteras musicales son permeables y de cómo el talento de grandes artistas puede enriquecer y dar nueva vida a una misma melodía, creando un puente cultural entre el vallenato y la salsa que perdura hasta hoy.






