No es solo para la sed: la razón por la que estas bebidas no pueden faltar en tu altar

Kenia Espinosa

2025-10-27

Las ofrendas monumentales son una expresión artística que muestra la grandeza y el colorido de la tradición del Día de Muertos.

¿Tu ofrenda está completa? Estas 3 bebidas son las que tus difuntos esperan

El aroma a cempasúchil, el sabor del pan de muerto y la luz de las veladoras nos anuncian que el Día de Muertos está cerca. Es el momento de preparar el altar, ese portal sagrado que montamos con amor para recibir a nuestros seres queridos que ya no están físicamente. Cada elemento tiene un porqué, pero las bebidas ocupan un lugar especial, pues no solo agasajan a las almas, sino que son indispensables para su viaje.

 Una mujer sentada frente a una tumba adornada con flores de cempasúchil y veladoras encendidas durante la noche en un panteón. La escena captura la velación del Día de Muertos.

Si bien la ofrenda es un banquete, hay bebidas que son clave para que el recibimiento sea perfecto. Aquí te contamos sobre tres de ellas y el poderoso significado que guardan.

Agua: La fuente de vida y el alivio del viajero

El elemento más importante y que nunca, bajo ninguna circunstancia, puede faltar en tu ofrenda es un vaso con agua fresca y pura. Su presencia es la más fundamental de todas, pues su propósito principal es calmar la sed de las almas después de su largo y cansado viaje desde el Mictlán para visitarnos.

 Un vaso con agua pura colocado en un altar de Día de Muertos, junto a una vela y un sahumerio de barro. El agua es un elemento esencial en la ofrenda para calmar la sed de las almas.

Pero su significado va más allá. Según la tradición, el agua representa la fuente de la vida y es un símbolo de pureza que ayuda a las almas a purificarse y a reponer sus fuerzas. Mientras otros platillos y bebidas son un agasajo, el agua es una necesidad vital. Es el primer gesto de hospitalidad que tenemos con nuestros difuntos, ofreciéndoles alivio antes de que puedan disfrutar del resto de los manjares que hemos preparado en su honor. Sin agua, el banquete no puede comenzar.

Café de olla: El aroma del hogar y el recuerdo de la plática

Para muchos, no hay un aroma que represente mejor el hogar que el de un café de olla recién hecho, endulzado con piloncillo y perfumado con canela. Colocar una taza humeante en la ofrenda es una de las formas más directas de decirle a nuestros difuntos: “bienvenido a casa”.

na taza de barro con atole caliente servido en una ofrenda de Día de Muertos, rodeada de flores de cempasúchil, veladoras y una calavera de azúcar. La bebida representa el cariño y sustento del hogar.

El café representa el ritual de la vida diaria, las mañanas compartidas, las pláticas de sobremesa y el consuelo en los momentos difíciles. Se coloca especialmente para los abuelos y padres, recordando esas mañanas en las que su taza de café nunca podía faltar. Su aroma impregna el ambiente y sirve como una guía olfativa que les recuerda el camino a casa, a la calidez de su cocina y al amor de su familia.

Tequila o mezcal: El brindis para celebrar la vida que vivieron

Si bien las bebidas anteriores tienen un profundo sentido de necesidad y hogar, el tequila o el mezcal tienen un propósito diferente: la celebración. La muerte en la cultura mexicana no solo es tristeza, también es un motivo para recordar con alegría la vida de quienes se fueron. Poner un “caballito” de la bebida que más le gustaba a nuestro familiar es una forma de recordar sus “gustitos”, sus fiestas y sus brindis.

Un caballito de tequila con una rodaja de limón, colocado sobre una mesa de madera entre dos calaveritas de azúcar. Esta bebida en la ofrenda simboliza la celebración y los gustos del difunto.

Esta bebida representa los placeres terrenales que disfrutaron. Es una invitación a que, por una noche, se unan a la fiesta y celebren el reencuentro con los vivos. Es el brindis que se hace en su honor, recordando anécdotas y momentos felices. Al colocar su tequila, mezcal, cerveza o incluso su refresco favorito, personalizamos la ofrenda y le demostramos a nuestro ser querido que no hemos olvidado lo que lo hacía feliz.

Una ofrenda de Día de Muertos creativa, construida con huacales de madera a varios niveles. Está adornada con fotografías de difuntos, calaveritas de azúcar, comida y flores.

Cada vaso y cada taza en la ofrenda es una ofrenda de amor, un puente de sabores y aromas que nos conecta con nuestros difuntos. Asegúrate de que tu altar tenga estas bebidas para que el recibimiento sea tan cálido y alegre como ellos lo merecen.

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