Batakumbele: La historia del disco que revolucionó la música latina desde Puerto Rico
En la década de los 80, cuando la salsa dominaba el panorama musical de Puerto Rico, una agrupación se atrevió a experimentar y fusionar ritmos, creando un sonido que dejó una huella imborrable. Se trata de Batakumbele, liderada por Ángel “Cachete” Maldonado, una banda que con su disco “Con un poco de Songo” desafió lo establecido y abrió nuevas puertas para la música afrocaribeña.
El nacimiento de un sonido experimental
A principios de la década de 1980, el sueño de muchos músicos jóvenes en Puerto Rico era grabar con el sello Fania Records y triunfar en Nueva York. Sin embargo, un grupo de talentosos artistas decidió tomar un camino diferente. Influenciados por las innovadoras propuestas que llegaban desde Cuba, pusieron su mirada en dos agrupaciones que estaban redefiniendo la música en la isla vecina: Irakere y Los Van Van.
Irakere, bajo la dirección de Chucho Valdés, consolidó una orquesta con un sonido virtuoso y estridente, convirtiéndose en una propuesta sólida de Latin Jazz. Por su parte, Los Van Van, con la genialidad de Juan Formell, César “Pupy” Pedroso y José Luis “Changuito” Quintana, crearon el songo, un ritmo que mezclaba elementos del son cubano con rock y funk. Estas dos bandas se convirtieron en la principal fuente de inspiración para el experimento sonoro que estaba por nacer en Puerto Rico.
La visión de Ángel “Cachete” Maldonado
La figura central detrás de Batakumbele fue el percusionista Ángel “Cachete” Maldonado. Su experiencia fue clave para el desarrollo del grupo. Un viaje a Cuba con la Típica 73 en un intercambio cultural le permitió conocer de primera mano el trabajo de Los Van Van, Irakere y la Orquesta Ritmo Oriental. Esta inmersión en la escena musical cubana le abrió la mente a la influencia del jazz y el songo.
Maldonado, quien también fue pieza fundamental en la banda del trompetista Luis “Perico” Ortiz, se rodeó de músicos excepcionales. Junto al bajista Eddie “Guagua” Rivera y el pianista Eric Figueroa, creó un sonido único que en Puerto Rico fue conocido como el de “los muchachos pimienta”. Ellos tres son considerados los fundadores principales de Batakumbele.
“Con un poco de Songo”: Un disco para la historia
En 1981, Batakumbele lanzó su producción “Con un poco de Songo”. Este álbum no solo capturó la esencia de la fusión que buscaban, sino que se convirtió en una plataforma para la experimentación. El disco es un claro ejemplo de cómo la bomba y la plena puertorriqueñas podían dialogar con el songo cubano y el jazz.
La banda se nutrió de un elenco de músicos de primer nivel que se sumaron al proyecto, como Giovanni Hidalgo en las congas, Néstor Torres en la flauta, Mario Rivera en el saxofón, Pablito Rosario en la percusión y Papo Vázquez en el trombón. La voz principal estuvo a cargo de Jerry Medina, quien también aportó su talento como trompetista.
El propio “Cachete” Maldonado afirmaba que su intención no era hacer música comercial, sino dejar clara la influencia del jazz y el songo en su sonido. El nombre “Batakumbele” significa “arrodillarse frente al tambor”, un tributo a la importancia de la percusión en su propuesta.
El legado de Batakumbele
El trabajo de Batakumbele no solo sirvió para innovar y mostrar nuevas perspectivas a otros músicos en Puerto Rico, sino que también funcionó como una escuela para una nueva generación de percusionistas. Artistas como Anthony Carrillo y Richie Flores encontraron en la agrupación una plataforma para crecer, experimentar y avanzar musicalmente.
Más de cuatro décadas después, “Con un poco de Songo” sigue siendo un álbum de referencia para los amantes de la percusión, para quienes buscan experimentar en la música y para aquellos que desean explorar las páginas más ricas de la música afrocaribeña. El legado de Ángel “Cachete” Maldonado y Batakumbele demuestra que la música latina es un universo en constante expansión, donde la fusión y la creatividad no tienen límites.






