El chismecito histórico de la Navidad: 5 tradiciones que haces cada año sin saber su origen

Kenia Espinosa

2025-11-26

Compartir historias y cuentos en familia es una de las tradiciones que fortalecen los lazos y mantienen viva la magia durante la época navideña.

Origen de las tradiciones navideñas: Árbol, Santa Claus y Nochebuena

Llega diciembre y con él se empieza a sentir esa vibra especial en el aire. Suenan las cumbias navideñas, la casa huele a ponche y ya andamos pensando en la pachanga de Nochebuena. Cada año ponemos el arbolito, colgamos las luces y esperamos los regalos, pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde salieron todas estas costumbres?

Familia de varias generaciones celebrando y riendo en la cena de Navidad. La nota explica el origen de las tradiciones navideñas que se comparten en familia.

Muchas de las tradiciones que hacemos en familia tienen un chismecito histórico muy interesante que mezcla leyendas, religiones y hasta un poquito de mercadotecnia. Aquí te contamos el origen de 5 costumbres navideñas para que tengas un buen tema de conversación en la cena familiar.

El Árbol de Navidad: ¿Por qué metemos un pino a la casa?

La costumbre de adornar un árbol viene de mucho antes de que se celebrara la Navidad como la conocemos. Culturas antiguas, como los vikingos y los celtas, usaban árboles de hoja perenne para celebrar el solsticio de invierno. Para ellos, estos árboles que no perdían sus hojas en el frío representaban la vida y la esperanza de que la primavera regresaría.

 Árbol de Navidad decorado con un gran moño rojo y rodeado de regalos. La nota explora el origen pagano de la tradición de decorar un árbol en invierno.

La tradición de meterlo a la casa y decorarlo como lo hacemos hoy se popularizó en Alemania en el siglo XVI. Se cuenta que el reformador protestante Martín Lutero fue el primero en ponerle velas encendidas para simular las estrellas del cielo. A México, esta costumbre llegó hasta el siglo XIX, con los emperadores Maximiliano y Carlota.

Santa Claus: Del santo turco al señor de rojo que conocemos

Aunque no lo creas, el Santa Claus bonachón que viaja en trineo está inspirado en una persona real. Se trata de San Nicolás de Bari, un obispo que vivió en el siglo IV en lo que hoy es Turquía. Era conocido por ser muy generoso y por repartir regalos en secreto a la gente pobre, especialmente a los niños.

Santa Claus sonriendo frente a un árbol de Navidad. La nota explica cómo la figura de San Nicolás de Bari se transformó en el Santa Claus que conocemos hoy.

Su imagen fue cambiando con el tiempo. Los colonos holandeses llevaron su leyenda a Estados Unidos, donde lo llamaban “Sinterklaas”. Pero la imagen que todos tenemos en la cabeza, la del señor gordito, con barba blanca y traje rojo, se hizo mundialmente famosa gracias a una campaña publicitaria de Coca-Cola en la década de 1930.

La Flor de Nochebuena: Un regalo de México para el mundo

¡Esta sí es de las nuestras! La flor de Nochebuena, con sus espectaculares hojas rojas, es 100% mexicana. Su nombre en náhuatl es “Cuetlaxóchitl”, que significa “flor que se marchita”. Para los mexicas, era un símbolo de pureza y de la nueva vida, y la usaban en sus ceremonias religiosas.

 Invernadero lleno de flores de Nochebuena rojas. La nota cuenta la historia de la flor de Nochebuena, una tradición de origen mexicano para el mundo.

En la época de la Colonia, los frailes franciscanos la empezaron a usar para adornar los nacimientos. Su fama mundial se la debemos a Joel Poinsett, el primer embajador de Estados Unidos en México, quien en 1825 la llevó a su país. Allá la bautizaron “poinsettia” en su honor y se convirtió en el símbolo floral de la Navidad en todo el mundo.

Las Piñatas: Rompiendo los pecados a palos

En México, no hay posada sin piñata. Esta tradición tan divertida también tiene un origen religioso muy profundo. Las piñatas originales, traídas por los evangelizadores españoles, tenían forma de estrella con siete picos.

Piñatas de estrella de siete picos colgadas en un mercado. La nota revela el significado religioso de la piñata, cuyos picos representan los pecados capitales.

Cada pico representa uno de los siete pecados capitales. El hecho de vendarse los ojos para pegarle simboliza la fe ciega. El palo con el que se le pega es la virtud o la fuerza de Dios para vencer la tentación. Y los dulces y frutas que caen al romperla son las bendiciones y recompensas que se reciben al vencer el mal. Así que cada vez que le pegues a una, ¡ya sabes que estás acabando con los pecados!

Los Villancicos: De canciones de pueblo a himnos navideños

Los villancicos que cantamos hoy, como “Campana sobre campana” o “Mi burrito sabanero”, no siempre fueron canciones religiosas. Su nombre viene de las “canciones de villa”, que eran cantos populares que la gente del pueblo entonaba para contar noticias o historias de su vida cotidiana.

Grupo de personas cantando villancicos en la nieve. La nota explica cómo los villancicos pasaron de ser canciones populares a himnos de la Navidad.

Fue en la Edad Media cuando la Iglesia Católica comenzó a adaptar estas melodías pegajosas con letras religiosas para que la gente, que en su mayoría no sabía leer, pudiera aprender las historias de la Biblia de una forma más sencilla. Así fue como estas canciones se convirtieron en parte fundamental de las celebraciones navideñas.

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