La Sonora Ponceña, tradición salsera durante 70 años

La salsa, esa cultura a la que pertenecemos si somos del barrio, o la que aspiramos pertenecer parcial o totalmente, tiene sus íconos. Ese género que aquilata expresiones variopintas del Caribe, sin dejar de mirar hacia otros lugares, tiene sus éxitos. Son agrupaciones y temas musicales atemporales que, entre la artrosis y estrés del mundo, han sido ungüento donde la cabeza baila y los pies piensan, donde cuatro minutos aproximados, cuentan una historia que, si no nos pertenece, sabemos de su dueño.

Esa que le canta al amor y al desamor, al entorno del campo y la ciudad, tiene sus leyendas, entre ella, La Sonora Ponceña, un bastión que, con la raíz cubana, la tradición puertorriqueña, una carga cuantiosa de jazz y el abordaje de otros elementos de músicas latinoamericanas, forjó un estilo que ha resistido tsunamis sonoros encontrados a largo de 7 décadas.

La radio salsera dominicana y de muchos lugares, se ha hecho eco. Fuego en el 23YambequeEl pío píoBorandaMoreno soyDe que callada manera y otras interpretaciones, son parte del cancionero de baby boomers, generación X y Milenials, y hoy mantienen vigencia entre los jóvenes que, por tradición familiar o alguna influencia colectiva, se autodenominan salseros.

Un poco de historia

La Sonora Ponceña fue fundada en 1954 bajo el nombre de Conjunto Sonora Ponceña por Enrique «Quique» Lucca, a quien muchos, entre respeto y querencias, han llamado Don Quique. La agrupación es la reorganización de una banda que Quique había formado en 1944, bajo el nombre de Conjunto Internacional. 

El Conjunto Sonora Ponceña se dio a conocer con un repertorio basado en temas cubanos, conocidos por la Sonora Matancera, Conjunto Casino y Conjunto de Arsenio Rodríguez. De Arsenio se le puede apreciar una marcada influencia ya con el nombre Sonora Ponceña.

La Sonora Ponceña a principios de los años 80.

En 1954, participaron en un larga duración en el que acompañaron al dúo Felipe y Davilita, integrado por el cagüeño Felipe «La Voz» Rodríguez y el bayamonés Pedro Secundino Ortiz Dávila «Davilita». Pero no fueron los únicos, también está presente el acompañamiento de una agrupación de nombre Sonora Habanera. El título de esta producción es Al compás de las sonoras

En 1957 se produjo el debut oficial de Enrique Arsenio Lucca, conocido como Papo Lucca, como pianista de la agrupación. A punto de cumplir 12 años de edad, su padre confió en su talento; sin embargo, tal vez por su falta de experiencia, no tocó el piano en la primera grabación individual del grupo, producida en 1958. Se trata de un disco de 78 r.p.m. que contiene los temas No puede ser y Tan linda que era. Para aquella sesión, Quique Lucca contó con la participación del maestro panameño del piano Avelino Muñoz. 

El primer álbum propio de la orquesta se produjo en 1968, con él se estampó un sello musical que, en lo adelante, cosecharía grandes frutos. Sin dejar la esencia de una sonora, Hachero pa’ un palo, trajo colores y géneros que en el siguiente decenio definirían la salsa (guaguancó, bolero, mambo y elementos de las descargas afrocubanas, entre otros). Además, presentó las voces de Luigi Texidor y Tito Gómez, dos intérpretes que, años más tardes, llegarían a convertirse en puntos luminosos de la historia de este colectivo musical.

¿Quién es Papo Lucca? 

Empecemos dándole un calificativo con el que todos, o la mayoría, están de acuerdo, y que en cierta forma engloba grandiosas particularidades: Papo es un genio. Lo es por el talento y destreza que ha desarrollado en la ejecución del piano, donde las armonías y arpegios usuales en el jazz conviven sin estupor con los tumbaos más tradicionales del son montuno. 

Don Quique sabía de aquellas competencias. Por esa razón lo integró a la Sonora Ponceña a muy temprana edad y más tarde se echó a un lado y le legó la dirección musical. 

Como pianista y arreglista, Papo ha desarrollado dos carreras en paralelo: la del líder de la Sonora Ponceña y la de Papo «el genio de la música». Esta última se vincula a la dupla de Celia Cruz y Johnny Pacheco. Muy recordado es el grito de guerra de Celia, «¿Papo Lucca otra vez?» para dar inicio a los magistrales solos del pianista ponceño.

Otros hitos en la carrera individual de Papo son sus colaboraciones en otras grabaciones del sello Fania. Es el caso del álbum debut de Ismael Quintana en el catálogo Vaya (subsidiaria de Fania) en el que tocó en el tema La blusita colorá, realizando un solo que hoy es referente para pianistas de diferentes partes del mundo. Además, están su participación en Las Estrellas de Fania, en la cual llegó a convertirse en miembro esencial, y sus álbumes como titular, como es Mucho talento, trabajo realizado junto a Ismael Quintana y publicado en 1983, Los originales de 1989, junto al sonero Camilo Azuquita o Latin jazz de 1993, donde fusiona el jazz con expresiones de las músicas cubana y puertorriqueña.

República Dominicana

El 20 de abril de 2024, La Sonora Ponceña estará cumpliendo 70 años. La celebración incluye República Dominicana, con una presentación que ha generado gran entusiasmo entre los amantes de la salsa.  

Quique Lucca, fundador de La Sonora Ponceña junto a su hijo Papo Lucca, director de la banda

A pesar de que la promoción del evento refiere como la primera vez que la Sonora Ponceña viene al país, Papo Lucca asegura que, antes, la orquesta había estado dos veces y señala al Teatro Agua y Luz como escenario. Además, recuerda que, de forma individual, él se presentó en dos ocasiones más junto a la agrupación de Johnny Pacheco. A eso sumemos que vino al país en 2014 para un concierto de celebración del cumpleaños 79 de Pacheco, el cual contó con figuras de la música popular dominicana y miembros de Las Estrellas de Fania. Dicho concierto fue filmado y parte del mismo aparece en la película Yo soy la salsa, docudrama que cuenta la vida del flautista dominicano.

Lo mencionado no es la única conexión que el maestro ponceño tiene con el país. Al preguntarle sobre los músicos dominicanos, no duda en agradecer a Johnny Pacheco. Además, recuerda una banda que conoció en el Hotel Ponce Intercontinental, donde había músicos dominicanos, «recuerdo que los iba a ver todas las noches. Ese grupo duró ocho años en el Ponce Intercontinental». 

Con el merengue, La Sonora Ponceña también tiene su cuento. Hay presencia del género dominicano en su discografía desde el segundo Long Play, titulado Fuego en el 23, publicado en 1969 y en el que se registró el tema El sancocho prieto, de la autoría de Luis Alberti. 

Otros merengues grabados por La Sonora Ponceña son Nació cansaoLa llave y la cerraduraPerico sin picoLa maleta y Ábreme la puerta, este último cantado por Celia Cruz en un álbum realizado junto a la orquesta de Quique y Papo en 1979, bajo el título La ceiba.

Grandes voces

A lo largo de 70 años, por La Sonora Ponceña han pasado voces que han brillado, tanto por su talento como por el marco musical que les tocó. Ya mencionamos a Luigi Texidor, posiblemente la voz que los seguidores de la agrupación más recuerdan. También a Tito Gómez, el mismo que los dominicanos aplaudieron junto al Grupo Niche y como solista. Además de estos, está Yolanda Rivera, la única mujer que ha militado en la banda. 

Otros cantantes con excepcional trabajo son Toñito Ledée, Miguelito Ortiz, Manix Martínez Héctor «Pichi» Pérez y Luisito Carrión.

Las voces actuales también han demostrado estar a la altura de la sonoridad y calidad de La Ponceña. Al consultarlos sobre su paso por esta formación musical, estos sacaron a flote la emoción.

El primero es Edwin Rosa, quien toca madera al decir, «me siento orgulloso de pertenecer a la mejor orquesta de salsa». Después de Papo, Rosa es el que más años tiene en la agrupación. Inició en 1973 como corista y ejecutante de la percusión menor. En la actualidad continúa tocando la percusión menor y es identificado como uno de los mejores tocadores del güiro salsero.

Danny Dávila lleva 35 años y al ver el camino recorrido dice: 
«Es un sueño para cualquiera pertenecer a una orquesta del prestigio de la Sonora Ponceña, gran institución musical de Borinquen. Estoy agradecido de Don Enrique Lucca (QEPD) y de su hijo Papo Lucca por la oportunidad.  Que Dios los bendiga».

También está Darvell García, un veterano cantante y compositor que ha hecho carrera en solitario, además de pertenecer a importantes orquestas y participar en numerosas grabaciones de salsa. Hoy es una de las voces principales y ha dejado su impronta en las últimas grabaciones de la orquesta.    

Jorge Nicolai es el que sigue. Lleva 8 años con la agrupación y asegura que:
«Cada presentación, cada grabación, es una oportunidad para contribuir al legado que generaciones anteriores han construido con tanto esmero. La conexión con el público, la energía en el escenario y la colaboración con músicos excepcionales bajo la dirección del maestro Papo Lucca, son aspectos que han marcado mi experiencia de manera inolvidable.

Ser miembro de esta orquesta es más que una carrera; es un honor, un compromiso y un regalo que agradezco cada día. La historia de la Sonora Ponceña es un tesoro cultural, y ser parte de esa historia es un sueño convertido en realidad».

Estos intérpretes, junto al maestro Papo Lucca y el resto de los músicos que conforman La Sonora Ponceña, estarán presente el sábado 2 de marzo en Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua.

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