Frankie Ruiz, “El Tártaro de la Salsa” (Leyenda)
Acompáñanos a leer esta gran historia.
Según algunos fanáticos y conocedores de la historia musical de Frankie Ruiz desde niño, cuando Frankie era un preadolescente y tenía la inquietud de ser artista, solía cubrirse la cabeza con un tarro de metal (lata) para jugar y practicar su canto elevando el volumen de la voz sin preocuparse por tener que incomodar a los demás con el ruido que pudiera generar, porque el tarro amortiguaba los sonidos.
Así se la pasaba en el barrio Balboa ubicado en Mayagüez al oeste de Puerto Rico, lugar en el que vivía su abuela y dónde llegó a vivir con su madre y sus hermanos.
El tarro sobre su cabeza producía un efecto acústico interesante, muy similar al efecto acústico que se supone se escucha a través de los gritos de quienes padecen en El Tártaro, un lugar de tormento y sufrimiento más profundo incluso que el Hades.
El Tártaro está ubicado en el inframundo donde se encuentra la mazmorra de los condenados, lugar mitológico al cual los demonios más perversos y torturadores arrojaban los espíritus de los humanos que cometieron los pecados más terribles, condenados por los Dioses. Allí también se encuentran encerrados algunos Titanes como Cronos, el padre de Zeus.
Cabe señalar que esta explicación sobre cómo Frankie Ruiz obtuvo la potencia de su voz, aunque resuene con coherencia, no ha podido ser constatada con fuentes históricas.
Esta situación, sin embargo, no significa que tengamos que dejar de lado el hecho inevitable de que Frankie Ruiz fue un gran exponente de su propio estilo, en especial como estupendo intérprete de la salsa romántica, habiendo obtenido con sobrados méritos el respeto y la admiración del público a nivel mundial, gracias a una carrera llena de éxitos musicales que serán recordados por siempre.