Argentina la inspiración del tema: “Que nadie sepa mi sufrir”
POR: NOEMI ARCINIEGA
En un rincón de Buenos Aires, allá por 1927, el talentoso compositor argentino Ángel Cabral se inspiró en las noches de tango y melancolía para dar vida a una canción que tocaría los corazones de generaciones futuras, Junto a su compatriota Enrique Dizeo, creó “Que Nadie Sepa Mi Sufrir”.
La melodía, originalmente interpretada en vals peruano, llevaba consigo la tristeza de un amor no correspondido. La letra, como un suspiro en la penumbra, narraba el dolor y la desilusión de un protagonista que ocultaba su sufrimiento tras una sonrisa.
Pero la historia no termina ahí. En 1953, la icónica Édith Piaf, la “Pájara de París”, cruzó el Atlántico y llegó a Buenos Aires. Allí, durante su gira latinoamericana, escuchó la interpretación apasionada de Alberto Castillo, la canción la conmovió profundamente.
Piaf, siempre inquieta y creativa, decidió tomar la canción y transformarla. Cambió la letra, le dio un nuevo título: “La Foule” (que significa “La multitud” en francés”), la llevó a los escenarios europeos. La versión de Piaf se convirtió en un éxito arrollador desde su lanzamiento en 1957.
Pero aquí viene el giro sorprendente: décadas después, la salsa y cumbia se apoderó de esta joya musical.
Artistas como La Sonora Dinamita y Margarita la Diosa de la Cumbia la adoptaron y la hicieron suya. El ritmo caliente de la salsa le dieron una nueva vida a “Que Nadie Sepa Mi Sufrir”, las pistas de baile aún al son de esta canción, y la multitud se entrega al amor y al desamor.
A lo largo de los años, “Que Nadie Sepa Mi Sufrir” ha viajado por el mundo, cruzando fronteras y emociones. Ha sido versionada por artistas de diferentes géneros, desde Julio Iglesias hasta Soledad Pastorutti y Lila Downs.
Así que la próxima vez que escuches esta canción, piensa en todos los corazones que laten detrás de cada nota, al final, todos compartimos el mismo sufrir, la misma pasión, y la misma esperanza de que alguien, en algún rincón del mundo, entienda nuestro dolor sin que nadie más lo sepa.