Todo sobre Adalberto Santiago

Sin duda, una de las voces más educadas de la salsa es la de Adalberto Santiago. Este boricua ha sido uno de los pilares del género, y es por eso que se mantiene vigente.

Nació en el pueblo de Ciales, Puerto Rico, pero su infancia la pasó entre las calles de Hato Rey, donde se formó como autodidacta, con guitarra en mano y oído atento a los tríos románticos que marcaban la época. A los 12 años ya estaba dando serenatas y tocando en fiestas, pero a los 16 decidió que quería más: fundó su propio grupo: Los Jóvenes del Merengue, y ahí comenzó su camino de verdad.

Su primera gran oportunidad llegó en los años 50 con la orquesta de Chuíto Vélez y sus Estrellas Boricuas, con quienes debutó en Nueva York y quedó flechado por los escenarios.

Aquello lo hizo dejar los sueños de telenovelas (sí, intentó ser actor en Telemundo) para dedicarse de lleno a la música.

Pero el verdadero éxito vino entre 1967 y 1972, cuando se unió a Ray Barretto. Juntos formaron uno de los dúos más potentes de la salsa dura, y crearon discos que aún se ponen en las pistas del mundo.También fueron parte del icónico Fania All Stars, esos conciertos gigantes que pusieron la salsa en el mapa global.

Después vino la Típica ’73, una orquesta que armó con varios excompañeros de Barretto y que revivió el son cubano con hits como Amalia Batista y Mañoño. Y si eso no fuera suficiente, armó otra joya: Los Kimbos, con quienes lanzó temas como Salamera y Tras un vacío antes de seguir su camino como solista.

Y ojo, porque Adalberto no solo brilla al frente, también es uno de los coristas más grabados en la historia de la salsa. Se calcula que ha participado en más de mil producciones, con artistas de todos los calibres, desde novatos hasta los pesos pesados de Fania, Seeco, Cotique, Sony Music… y la lista sigue.

Hoy, Adalberto sigue girando, grabando, colaborando y poniéndole alma a cada interpretación.