Objetos extraños que han aparecido en el mar
Es casi un hecho que encontrarás conchas, algas y algún trozo de madera a la deriva en la orilla del mar. Pero no esperarías ver un Jeep, una bomba sin explotar, cientos de huevos de plástico o motos nuevas ensuciando la arena. En las playas de todo el mundo aparecen cosas muy raras, así que estate atento la próxima vez que vayas a la costa, quizás te atravieses con un tesoro oculto.
Tuberías gigantes, Inglaterra, Reino Unido
Los caminantes matutinos se encontraron con una curiosa visión en agosto de 2017, cuando vastas secciones de una tubería de plástico aparecieron en las arenas entre Winterton-on-Sea y Sea Palling, en Norfolk. Las tuberías, que alcanzaban longitudes de hasta 1,570 pies (478.5 m) y tenían un diámetro de 8 pies (2.4 m), se habían desprendido de remolcadores noruegos con destino a Argelia tras un accidente con un portacontenedores islandés.
Una bomba sin explotar, Massachusetts, EE.UU.
Una bomba aérea oxidada apareció en una playa de Martha’s Vineyard, Massachusetts, en 2009. Bombas de práctica de la Segunda Guerra Mundial siguen siendo encontradas en el Refugio de Vida Silvestre de Chappy y Long Point, una zona utilizada por los pilotos para entrenarse durante el conflicto. En junio de 2017 se encontró una bomba de 45 kilos.
Huevos de juguete, Alemania
En enero de 2017, los niños de la isla alemana de Langeoog, en el Mar del Norte, pensaron que el conejo de Pascua se había adelantado, cuando miles de huevos de plástico de colores llegaron flotando a sus arenosas playas. Los huevos, que contenían pequeños juguetes, habían sido arrastrados hasta la orilla desde un contenedor de carga danés que había perdido su contenido en una tormenta. Los lugareños, incluidos niños y turistas, se congregaron para ayudar en la limpieza.
Sacos de leche en polvo, Tauranga, Nueva Zelanda
En enero de 2012, la playa neozelandesa de Waihi presentaba un aspecto insólito. La playa estaba cubierta de bolsas de leche en polvo, consecuencia del impacto de un carguero contra un arrecife en 2011. El Rena, de bandera liberiana, derramó 350 toneladas de petróleo y unos 300 contenedores.
Tapabocas, Hong Kong
La mayoría de los 7.4 millones de habitantes de Hong Kong están acostumbrados a llevar tapabocas, incluso antes de que se produjera la pandemia de COVID-19, por la polución y otros problemas de salud. Sin embargo, el brote de coronavirus provocó un enorme aumento de la demanda de tapabocas, lo que incrementó los desechos de mascarillas que ya ensuciaban las playas de Hong Kong. Como las mascarillas quirúrgicas están hechas de polipropileno – un tipo de plástico que se descompone con extrema lentitud – existe la preocupación de que los residuos supongan una enorme amenaza para la vida marina.