Mentiras que te creías de niño
Los padres a menudo les cuentan a sus hijos mitos y mentiras piadosas para evitar que monten un número y lograr que sean más obedientes. Por desgracia, muchas de estas ideas se perpetúan de generación en generación y acaban aceptándose como verdades.
Si orinas en la piscina el agua se teñirá de azul: Para evitar que los niños hagan sus necesidades en las piscinas públicas, es normal decirles esto para meterles miedo. Según varios estudios, cerca del 50% de los estadounidenses aún creen que existe una especie de tinte específico para piscinas que cambia de color al contacto con la orina.
Si tiras un centavo desde el Empire State Building, puedes matar a alguien: Si lanzas un centavo desde lo alto de este edificio, alcanzará una velocidad de aproximadamente 100 km/h. Esto no matará a nadie, pero sí le hará un poquito de daño.
Sentarse demasiado cerca de la televisión daña la vista: No hay pruebas que sugieran que sentarte demasiado cerca de la televisión te dañe la vista. Probablemente esta idea proceda de que las televisiones a color de los años 60 emitían unos niveles de radiación peligrosos.
Si haces una mueca, se te va a quedar la cara así: Los músculos faciales tienen elasticidad y pueden volver a su posición normal.
Beber café frena el crecimiento: El consumo de café no afecta al desarrollo de los niños, ya que la altura está condicionada por factores genéticos y no por la cafeína.
La leche fortalece los huesos: Los estudios que han intentado defender esta idea han obtenido resultados no concluyentes o que demostraban justo lo contrario.
Si te tragas un chicle, tardas siete años en digerirlo: Los chicles pasar por el sistema digestivo como cualquier otra sustancia. Aunque no tiene nutrientes que el cuerpo pueda absorber, no se va a quedar atrapado.