El Sonido de la Cumbia se extiende por Dallas más allá de los clubes latinos
En 2015, el productor y DJ Erick Jaimez lanzó Sonidero Saturdays en Café Salsera en Deep Ellum, y no tardó en convertirse en un éxito.
Conocido en Dallas por su crunk cumbia —cumbia mezclada con hip hop y trap—, Jaimez tiene una teoría de por qué tuvo tanto éxito.
“En ese tiempo no había muchos lugares donde tocaran cumbia, y si había, estaban muy lejos para hacer el viaje”, dijo.
Se oye en quinceañeras, bodas y convivios en los patios de las casas, donde la gente baila en parejas o en círculos.
En Dallas, restaurantes y clubes latinos antes tocaban algo de cumbia, pero ahora se puede oír en todo Deep Ellum y Oak Cliff gracias a artistas underground que no solo la mantienen viva sino que la hacen propia.
Esta nueva ola de cumbia se aparta de y a la vez celebra una tradición que pone a bailar a cualquiera, aun fuera de las comunidades latinas.
Bandas de covers rinden homenaje a las leyendas de la cumbia, DJs locales mezclan los ritmos de la cumbia con otros sonidos, y nuevos grupos de cumbia contribuyen al crecimiento del género.
La cumbia ha ido ganando popularidad por muchas razones. Primero, porque es pegajosa y bailable, y los medios sociales han hecho posible una mayor difusión de nuevos grupos y nuevos sonidos.
Y gracias a esta nueva ola cumbiera, los latinos jóvenes están más cerca de su identidad.
“Es un género con el que creo que cualquier joven latino, y especialmente si es de México, se puede identificar”, dijo Jaimez.
“En cualquier parte de México están tocando Los Ángeles Azules, están tocando a Celso Piña y todas esas canciones clásicas que conocen; y cuando vienen (a un concierto), la reconocen y se sienten como quien dice en casa”.